Las sesiones de masaje forman parte de los cuidados postoperatorios recomendados tras una liposucción, ya que ayudan a acelerar la recuperación y a reducir las complicaciones. Realizado por un profesional especializado en masoterapia, el drenaje linfático manual se lleva a cabo en varias sesiones, que duran entre 30 minutos y 1 hora. Agradable e indoloro, este tipo de masaje no requiere la aplicación de ningún aceite o loción sobre la piel.

Para obtener los mejores resultados, los cirujanos plásticos recomiendan iniciar las sesiones de drenaje linfático entre 4 y 5 días después de laintervención de liposucción. Otros médicos aconsejan esperar al menos dos semanas antes de recurrir al masaje. De hecho, el momento de iniciar el masaje varía de un paciente a otro, en función de la evolución de la recuperación y del alcance de la liposucción.

El número de sesiones de masaje será determinado por el terapeuta en consulta con el paciente, dependiendo de :

  • El grado de hinchazón postoperatoria
  • La reacción del paciente al tratamiento (algunos pacientes no perciben beneficios significativos tras el masaje).
  • El compromiso del paciente con el autocuidado, incluido el automasaje.
  • El aspecto financiero (el coste de las sesiones de masaje no está incluido en el precio del procedimiento estético).

En general, no se necesitan más de 5 sesiones de masaje después de la liposucción para obtener un beneficio notable. El paciente debería notar cierta mejoría tras la primera sesión de masaje. Además, los beneficios del drenaje linfático aumentan con cada sesión posterior.

¿Cuáles son los beneficios del drenaje linfático tras una liposucción?

Las sesiones de masaje después de una liposucción ayudan a acelerar el proceso de curación, ya que el drenaje linfático ayuda a :

  • Reducir la hinchazón y los hematomas postoperatorios;
  • Acelerar la eliminación de restos celulares;
  • Reducir la inflamación local;
  • Reducir el riesgo de infección mejorando la respuesta inmunitaria, ya que el sistema linfático desempeña un papel activo en la vigilancia inmunitaria, el transporte de glóbulos blancos y la eliminación de residuos sanguíneos;
  • Reduce las cicatrices y la acumulación de nódulos fibrosos, lo que mejora la textura de la piel;
  • Reducir el dolor, la sensibilidad o el entumecimiento que pueda afectar a la zona aspirada;
  • Proporcionar al paciente un momento agradable y relajante que favorezca una buena recuperación.
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